viernes, 1 de febrero de 2008

ELLAS.--.Alberto.


Para mí es verdad, no tienen ni un minuto para descansar, tanto esfuerzo andando con jarras y cestas grandes en la cabeza y niños atados a la espalda y cruzando la ardiente arena del desierto...

Mi opinión es que tiene demasiada razón porque como el hombre y la mujer somos iguales, tenemos el vigor que nos endurece y salimos adelante, (No todos los hombres son así, algunos).

Esas mujeres soportan la carga de África, demasiada fuerza, son las que controlan todo y saben qué hacer y seguir hacia adelante.

Yo me esperaba que el hombre trabajase más en África y la mujer se quedara haciendo otras cosas no tan importantes y ya he visto que no es así, que la mujer trabaja más.

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